Bueno, volvemos de Perelada con un sabor agridulce.
Presentación del equipo con varias incorporaciones: Conejo y Mendi y Pizu.
Torneo facilito en el que tengo tres manos en las que me equivoco(seguro que alguna más, pero no las recuerdo) y llego el 2º día con pocas posibilidades salvo que tenga suerte o cartas, en los inicios de ese día.
Primero a un francés algo fish le pago en todas la calles para meterle la caja en el river y tirarle, sin darme cuenta de las fichas que tiene y que aún sin tener nada me tiene que pagar. Luego con Fernando Martín tengo otra en la que creo que me roba y con 66 le intento tirar de la mano y me cuesta muchas fichas. La última es la mano final del día 1º, con un restado pagan 6 y yo completo en la ciega grande con 3 6. En un flop 455 pasamos todos, en el turn sale una Q , Miguel Fernández mete un tercio del bote y Sergio Pardo dice “all in”, o me juego el torneo o me tiro. Me tiro y se tiran todos y enseña el 5 y se lleva el bote. El river es un 2 que me daba escalera y un bote de más de 120.000 puntos, pero….paso al 2º día con 35.000 y pocas posibilidades.
En el 2º día con ciegas 2.000/4.000 y antes de 400, empiezan las ciegas en mi posición y no tengo muchas posibilidades de meter la caja, vienen subidas o en all in todas las manos y no veo dos cartas que se parezcan. La primera mano que viene sin subir meto todas mis fichas al centro de la mesa (17.000) y Pizu (mi compañero) en la ciega grande, sin ver las cartas decide que el bote le obliga a pagar (son 13.000 más para un bote total de 40.000 puntos). El levanta 7 T off y yo 4 5 de corazones, dos corazones en el flop me dan posibilidades pero el turn y el river no me ayudan y acabo fuera del torneo cerca del puesto 60º de 367º jugadores estando los premios en el 36º.
La parte dulcísima fue que el gran Pizu, ese que me eliminó, con un juego serio y súper concentrado consiguió un 2º puesto merecidísimo.
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